Para muchos estudiantes las matemáticas siempre han sido un dolor de cabeza, tanto en el colegio como en la universidad. Poder entenderlas para así resolver problemas llega a ser muchas veces un gran desafío.
Es por eso que la USM Viña del Mar ha tomado cartas en el asunto, a través del proyecto PMI 1312 (Plan de Mejoramiento Institucional), un plan de acción corporativo que interviene racionalmente las debilidades y amenazas, y potencia las fortalezas y oportunidades detectadas en el diagnóstico estratégico para lograr un mejoramiento académico y de gestión significativo.
Específicamente, el Plantel creó una sala multimedia, que como explica Gonzalo Garrido, docente de la USM Viña del Mar y quien está a su cargo, permite a la hora de hacer clases una dinámica completamente distinta a las salas tradicionales. “Aquí se dejó de trabajar en forma de filas, lo que se hace es que los alumnos se agrupan y las mesas se distribuyen de otra manera, por ejemplo, en triangulo, circulo, cuadrados, etc. Y en ese instante se trabaja la colaboración entre alumnos, que va en base a lo que son los programas de asignaturas bajo competencias”, dice el profesor, quien realiza, justamente, la asignatura de matemáticas.
Y que esta sala de clases cuenta con cuatro datashow, una pizarra interactiva y telones en sus cuatro paredes para que así el alumno tenga un reconocimiento de la información en 360 grados. “Eso quiere decir que no importa donde se siente el alumno, siempre el va a tener la información”, dice Garrido.
Una clase experimental
Otro factor clave en la potente dinámica que se da en esta sala de clases es que el estudiante además puede hacer uso de una pizarra interactiva y tablets para poder entender de mejor manera las materias.
“El alumno ya no viene a clases acá, viene a estudiar, viene a un taller a experimentar distintas situaciones que las matemáticas le aportan, entonces aquí la idea es que además de ser una clase teórica sea una clase experimental”, detalla el profesor.
ero sin duda uno de los aportes más significativos que se rescata de todo esto, es que gracias a esta sala se fomenta la participación de los alumnos, lo cual hace que las clases de matemáticas sean totalmente distintas a las tradicionales. “Sucede que cuando la sala es tradicional la pregunta no nace porque se tienen miedo a preguntar en público, pero acá como la pregunta se produce a nivel local desde los distintos puestos de trabajo, se dan en forman más constantes, por lo tanto una diferencia enorme es la participación de los alumnos, aquí no le tienen miedo al ridículo, a la pregunta”, afirma el docente.
Es así como de esta manera las clases de matemáticas en la USM Viña del Mar están cambiando y dando paso a la innovación en el modo de entregar la información a los alumnos.
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